¡Un añito ya!

¡Acabo de darme cuenta que ya llevo un añito con este blog! Quién me iba a decir que un proyecto me iba a durar tanto. La verdad es que es gracias a los que me seguís y disfrutáis de servidor semejante impresentable (que ya sabéis que en persona engaño mucho).

Pero la pregunta es: ¿Cómo se me ha podido olvidar semejante acontecimiento?.

Muy sencillo.

Nací un 25 de agosto del siglo pasado (sic), en el mismo mes que inicié este blog el año pasado. Tanto el blog como yo nacimos en Francia (¡que ironía!). Yo en París (ciudad del amor y la Plaza de la Concordia) y el blog en Normandía (cuando estaba trabajando en Le Theil).

Cuando tienes la gran suerte de nacer en el mes de agosto, naces con el estigma de pasarte todos los cumpleaños a cara perro, ya que todos tus amiguitos del cole (esos pequeños hijos de puta que algún día te mirarán con desprecio, harán ver qué no te conocen, o te recordarán, vociferando en público los momentos más traumáticos de tu no menos traumática infancia gracias a esos pequeños hijos de puta, y así esto nos llevará a una espiral de trauma, frustración y asco por la especie humana ya desde bien pequeñitos, base sólida, por otra parte, sobre la que fomentar una desequilibrada personalidad psicópata con la que enfrentarte a esos pequeños hijos de puta cuando se hacen mayores, y que nos lleva a otra espiral de asco y frustración, que te lleva a recluirte en casa para arrancarle las cabecitas a las muñecas de tu prima, en total oscuridad, para disfrutar más intensamente del tacto)…

Creo que me he desviado un poco del tema.

Cómo os decía, la virtud de cumplir años en agosto es que cuando eres pequeño todos tus amiguitos….. Están de vacaciones, por lo que montar una monofiesta de cumpleaños puede ser un trance traumatico. No hay globos, no hay regalos, no hay abrazos hipócritas…. Sólo yo y mis voces… La ventaja es que nunca te invitan a sus cumpleaños (por quedar bien y devolver el detalle), por lo que también es un ahorro de energía y dinero. Que bastante hipócritas somos en Navidad.

Será, quizás, por todo lo que significa mi propio cumpleaños, que no le doy mucha importancia.

P.D.:Sirva esta entrada para mostraros que no sólo me meto con los demás, conmigo mismo tampoco me quedo corto!

Y para finalizar semejante celebración, lo haré con una frase famosa entre mis amigos de juventud. Todos la decíamos como felicitación de cumpleaños, hasta que un día uno de ellos me recordó que la frase era mía. Y yo durante años sin saberlo.

Los años són como escobas que nos barren hacia la fosa..

Ahí queda.

Al primero que me felicité, le regalos un libro de Schopenhauer.

Veis, una foto de uno de mis cumpleaños infantiles a cara perro. ¿A que parezco feliz?. Ya os dije que en persona engaño mucho. Pero…. Fijaros en lo que hay junto a la tarta…

Bromas a parte, como todos, somos el producto de nuestra infancia, así que tan mal no ha debido irme… Y buena parte de ello se lo debo a la fotografía como medio y ejercicio de desarrollo.

2 pensamientos en “¡Un añito ya!

  1. Felicidades por tu cumple – que ya te las di en su momento – y por el blog. Es de las pocas cosas que sigo con ilusión infantil.

    Y no te quejes, que yo nací un 8 de enero dos días después de Reyes: ni fiestas ni regalos. Era además el primer día de vuelta a clase tras las Navidades. Todos tenemos nuestros pequeños traumas.

    1. Con todo mi respeto, lo tuyo es peor. Lo mío era inanición, lo tuyo alevosía. Un poco como “ya has disfrutado, no tienes derecho a más felicidad”. La felicidad post dictadura que nos tocó. Toma medio y disfruta el doble. Quizás por eso ahora disfrutamos el doble con la mitad!

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