Doy por hecho que la mayoría de vosotros ha tenido, o tiene, un perro como animal de compañía, mascota, amigo, confidente, y quizás alguna cosa más. Si es así, sabéis de sobra cómo se pone el animal cuando oye el sonido de la cadena ( o ve la correa) y sabe que le toca salir a la calle. Un manojo de nervios y emoción.

Pues precisamente así es como me pongo yo cuando abro la persiana por la mañana y veo que hay niebla. Me pongo de un excitado que a duras penas puedo contenerme la “emoción”, ya me entendéis.

Además, aprovechando mi estancia en estas tierras Castellanas, estoy haciendo bastantes visitas al Canal de Castilla (una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de las realizadas entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX en España), y que, como tiene que ser, no se terminó.

Así que el otro día tuve la notable alegría de combinar el paseo por el Canal, a la altura de Dueñas, (lugar en el que, sin querer faltar el respeto, creo que el hombre lobo sale por la noche).

Así que armado con la cámara y la emoción, y envuelto por la niebla, me lancé a recorrer una parte del canal (siempre atento, por si lo del hombre lobo….)

Luego, para terminar, cuando he procesado las imágenes con mi amadísimo DXO Photolab, he descubierto que los modos de película (ya que tiene un apartado que simula los colores, tonalidades y contraste de las películas químicas, y otro los granos de cada una de éstas (aquí una muestra sólo de blanco y negro)), tiene películas míticas como Agfa, Ilford, Kodak, Agfa… y me he encontrado con una desconocida Foma. Un gran descubrimiento, tratándose de una marca Checa que data de 1920, y es la que he empleado para procesar estas imágenes (si, tiradas en Raw, por que si no, con la niebla, hay bien poco que procesar…).

En fin, espero que os gusten las imágenes.

Como siempre, el álbum completo aquí.