La verdad es que no me hace la las mínima ilusión volver a Instagram. De hecho me aburren bastante las redes sociales, excepto la olvidada Tumbrl, en la que llevo tiempo y en la que sigo sintiéndome muy cómodo, a pesar de su irrelevancia.
La verdad es que me aburren notablemente las redes sociales. Me ocurre como cuando vas al cine, ves la cartelera, y si no abandonas la sala en los primeros diez minutos, te vuelves a casa y acabas viendo una película que ya has visto, pero que sabes que te gusta.
Es la misma sensación de aburrimiento que me da.
No obstante, en algún sitio hay que estar, y más con el proyecto que tengo entre manos, y descartando por completo Twitter (x) o similares gallineros.
Sobre todo después de que, hace unos años, me piratearon la cuenta de Instagram (porque meta lo sabe todo, pero te protege una mierda), y actualmente mi nombre lo tenga otra persona, que a duras penas hace algo.
Por otro lado, estoy planteándome la posibilidad de terminar con el blog. Poco caso le hago, y poco caso le hacen.
La decisión de volver a Instagram ni es otra que la de estar presente en alguna red social, y por supuesto poder seguir otra vez a un par de cuentas que me compensan.
De hecho, acabo de iniciar sesión en Francia, y me dice que estoy en Salamanca. Todo muy coherente.
Podéis, entonces, seguirme en @potorato.iso3200
Para poder añadir el enlace a mi web, me obliga a instalar la aplicación, que una vez instalada, no hace más que pedir datos y poner condiciones. Vamos, cada vez que la instalo me da más asco. Literalmente. Así que ya la he desinstalado, y la uso vía web.
Si os apetece, podéis suscribiros, así también me servirá para conocer la repercusión de esta entrada. Ni os preocupéis, voy de antidepresivos hasta las trancas.
Por otro lado, si conocéis alguna red social de fotografía que no sea un mierdon, agradeceré sugerencias.
Ya he probado Behance, Vero, VSCO… Y nada.
Saludos, y propicios días.